Conduciendo de Noche.

Una de las condiciones especiales más frecuentes e inevitables a las que nos vemos sometidos para usar nuestros vehículos, es tener que estar conduciendo de noche.

Muchos animales fueron dotados de una estructura en sus ojos que les permite ver en la oscuridad casi igual que como ven en pleno día. Otros son capaces de desplazarse y vivir en áreas oscuras en base a su gran olfato, audición, percepción del calor, e inclusive con radares biológicos que funcionan recibiendo señales sonoras de rebote contra los objetos que los rodean.




Los humanos poseemos una capacidad visual nocturna reducida y una reacción de adaptación a los cambios de estado luminoso claridad- oscuridad muy lenta debido a nuestra limitada velocidad de contracción y dilatación de las pupilas y a la propia configuración de nuestros ojos.

Esta circunstancia genera un doble problema al desplazarnos de noche, que son la necesidad de iluminar el área por la que vamos a transitar, y la facilidad con la que nos “deslumbramos” o “enceguecemos” al recibir una luz de frente.

Lo indicado anteriormente hace que para la mayoría de las personas, encontrarse conduciendo de noche se convierta en una condición de extrema peligrosidad y riesgo para ellos, y para los conductores que transitan a su alrededor.

Sistema de Luces de los Automóviles.

Afortunadamente, junto con el desarrollo de la Industria automotriz, también han ido evolucionando los sistemas de luces con los que estos están dotados. La forma de los faros, y sus sistemas de reflexión de la luz internos, permiten una distribución uniforme de esta que permite una excelente visibilidad cuando vamos conduciendo de noche. Y esto aplica con las luces “cortas” o de iluminación inmediata  y con las luces “largas” o de carretera.




Sin embargo, esa misma ventaja se vuelve en contra de los conductores cuando están conduciendo de noche y se enfrentan a vehículos que circulan en sentido contrario, ya que sus ojos tendrán que enfrentar esa intensa luminosidad.

Para solventar estas dificultades, la Tecnología moderna,  y el uso de las Computadoras como parte de los Vehículos, han permitido la implementación de los sistemas de iluminación “inteligentes” que modifican la orientación y la intensidad de acuerdo a las circunstancias en las que se encuentra  el conductor mientras está conduciendo de noche. De hecho, ya están en el Mercado vehículos que poseen los llamados Sistemas de Luces Adaptativas que hacen estas funciones, como podrá ver en el siguiente video:

Por supuesto que estas nuevas tecnologías, además de estar solamente en vehículos de alto costo, todavía no están lo suficientemente implementadas como para que les deleguemos la responsabilidad desde ahora, por lo que les daremos un compas de espera  y mientras tanto evaluaremos nuestros consejos y sugerencias para que el ir conduciendo de noche no se convierta en una pesadilla para usted.

Recomendaciones cuando usted está conduciendo de noche.

La mas importante de las recomendaciones a considerar esta asociada a la utilización de los recursos para el Conductor que ofrecen las Autoridades de Transito de los distintos Países. Lamentablemente, a veces por un problema de fondos, y a veces por desidia de dichas Autoridades en nuestros Países Hispanoamericanos, esos recursos de soporte al Conductor son escasos o hasta inexistentes.

No obstante, mencionaremos su objetivo para que pueda ser aprovechado por aquellos que tienen la fortuna de tenerlos a su disposición:

• Ojos de Gato (o de Tigre): Son esas pequeñas piezas rectangulares de plástico reflectante que se colocan adheridas al asfalto y que, en función de su color, se utilizan para indicar diferentes condiciones a los Conductores.
  • Blancos: se colocan en las zonas donde se permite el cambio de canales sin restricción, por ejemplo entre los canales que van en un mismo sentido en autopistas o carreteras de varios canales de circulación.
  • Rojos: se utilizan para indicar el equivalente a la doble línea continua, y avisan la prohibición de pasar por encima de ellos. Son muy usados en las vías de doble sentido sin separador central.
  • Amarillos: son los que indican la posibilidad de cambio de canales con precaución. También se utilizan para delimitar el lado derecho de la carretera.

Cuando estamos conduciendo de noche, los Ojos de Gato (o de Tigre, en algunos Países), son extremadamente útiles pues debido a su alta reflectividad se comportan, prácticamente, como guías luminosas para el Conductor que va conduciendo de noche, permitiéndole visibilidad a larga distancia sin necesidad del uso de las luces altas.

En algunos Países, por un problema de costos, los reemplazan por pinturas reflectivas en el rayado de las carreteras, pero nunca llegan a tener la misma efectividad, además de que su capacidad de reflejar la luz se pierde en un relativo corto tiempo por la fricción de los neumáticos.

En otros Países, como Estados Unidos, estos dos recursos se usan combinados, permitiéndole a los Conductores que están conduciendo de noche hacerlo con una muy buena definición de los limites de los distintos canales de circulación.

Recomendaciones.

• Las más importantes recomendaciones, asociadas a los hábitos de manejo de los Conductores, son las siguientes:
  • Conduzca regularmente con las luces bajas. Las luces altas solo deben ser utilizadas de forma intermitente, y con la menor periodicidad posible, para detectar eventuales incidentes más adelante.
  • No use las luces altas cuando vienen Conductores en sentido contrario, pues los encandilara y podría hacer que pierdan el control del vehículo.
  • Cuando un Conductor que viene de frente trae las luces altas, «solicítele» que las cambie haciendo un cambio breve de luces.
  • Si por descuido (o por algún otro motivo), el Conductor que viene hacia usted no «baja» sus luces, no cometa el frecuente error de mantener las suyas altas «para castigarlo». Ese frecuente mal habito lo que hace es generar dos conductores enceguecidos en vez de uno, lo que duplica la probabilidad de accidentes.
  • La actitud inteligente en esta ultima situación es desviar la vista del vehículo que viene de frente hacia la guía o rayado que le queda a su derecha, lo cual evitara enceguecimiento y le permitirá mantener su referencia de circulación.
  • Si por algún motivo, usted no dispone de ninguna referencia a su derecha, disminuya su velocidad y evite hacer movimientos bruscos de su volante para que no pierda la dirección en la que venía conduciendo. No cometa la torpeza de quedarse mirando directamente al otro vehículo mientras profiere los, probablemente merecidos, insultos de rigor al otro conductor, pues eso no la ayudara a ver mejor cuando esté conduciendo de noche.

Cuando este conduciendo de noche recuerde que el Conductor Inteligente es el que evita los accidentes, no el que los provoca.

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Gracias por leer nuestro Contenido, hasta la próxima y…. ¡Feliz Conducción!

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