Conduciendo con Lluvia. Una condición de alto riesgo.
Conduciendo con Lluvia.
Posiblemente, la condición especial más temida para cualquier conductor, debido a los riesgos que implica, sea tener que estar conduciendo con lluvia. Esto es así, porque en estas condiciones los incidentes pueden causar la pérdida de control total sobre los vehículos, dejándonos a merced de terribles imprevistos.
Solo extremando las precauciones podemos minimizar los riesgos de estar conduciendo con lluvia, por lo que debemos analizar en detalle dichos riesgos y tomar conciencia de las soluciones adecuadas.
Los Riesgos.
Al tener que estar conduciendo con lluvia, nos enfrentamos a tres riesgos importantes:
- Problemas de Visibilidad.
- Problemas de control sobre el Vehículo propio.
- Incidentes asociados a la pérdida de control de los vehículos que nos rodean.
Visibilidad.
En una condición de lluvia mientras conducimos, la visibilidad se ve afectada debido a la deformación de las imágenes que causa ver a través del agua que choca contra el parabrisas.
Esta dificultad se incrementa en función de la cantidad de agua que se mantiene sobre el vidrio, la cual varía debido a la intensidad de la lluvia, nuestra velocidad de desplazamiento, las salpicaduras causadas por los otros vehículos y la efectividad del mecanismo limpiador de parabrisas de nuestro automóvil.
Controlando estas variables podemos reducir los riesgos de accidentes por mala visibilidad mientras estamos conduciendo con lluvia, y nuestras recomendaciones para hacerlo son las siguientes:
- Es obvio que no podemos controlar la existencia de la lluvia ni su intensidad, pero si podemos decidir entre conducir o no en esa condición, así que si usted puede evitar conducir mientras llueve, hágalo.
- Estar conduciendo con lluvia es una de las condiciones en las que es más importante reducir la velocidad de nuestro vehículo. Recuerde que los límites de velocidad establecidos en las carreteras, son los máximos para condiciones optimas del entorno donde conducimos.
Al reducir la velocidad mientras llueve usted disminuirá la cantidad de agua que impacta al parabrisas y así también reducirá la afectación de su visibilidad.
- La solución para disminuir la cantidad agua proveniente de las salpicaduras de los otros vehículos, consiste en aumentar la distancia entre su automóvil y los de los otros conductores. En el caso de los vehículos que circulan en dirección contraria, si tiene la opción, de acuerdo a la cantidad de canales o sendas, de alejarse de estos, hágalo.
En el caso de que no pueda hacerlo, trate de evitar la coincidencia de ambos vehículos cuando exista un charco o acumulación de agua por las que se puedan desplazar grandes salpicaduras a los vidrios de cualquiera de los dos vehículos.
- Solo cuando estamos conduciendo con lluvia nos acordamos de la necesidad de mantener en buen estado de funcionamiento, el mecanismo limpiaparabrisas de nuestro vehículo. Para evitar el funcionamiento ineficiente de este cuando más lo necesitamos, usted debe hacer lo siguiente:
- Chequee periódicamente el funcionamiento del mecanismo en todas sus velocidades.
- Mantenga limpias las escobillas de goma que barren el agua. Esto es muy fácil de hacer con una esponja y agua jabonosa.
- Chequee periódicamente la existencia de liquido limpiador en el depósito del sistema limpiaparabrisas de su vehículo. Aunque el agua de lluvia no es turbia, las salpicaduras de los otros vehículos, casi siempre lo son.
Control del Vehículo.
Independientemente de lo buena que sea la visibilidad que usted tenga y de sus precauciones con el control de la velocidad de su vehículo, el estar conduciendo con lluvia implica riesgos serios debido a la pérdida de control sobre su automóvil por la condición de desgaste de sus neumáticos y los riesgos de patinazos o deslizamientos debido al efecto llamado Aquaplaning o Planeo sobre el agua.
Unos neumáticos desgastados aumentan la posibilidad de sufrir un accidente por Aquaplaning , debido a su mayor distancia de frenado y menor agarre. Por otra parte, la peor de todas, bajo el efecto del Aquaplaning, solo el azar decide la dirección en la que su vehículo se desplazará.
El tamaño de la superficie de contacto de un neumático con la carretera (la huella de contacto) es aproximadamente el de una tarjeta postal, lo que implica una superficie pequeña. En una situación en la que se produce Aquaplaning la superficie se reduce aún más, pudiendo llegar a «0».
¿Qué es el Aquaplaning?
El Aquaplaning es la pérdida total o parcial de contacto con el suelo (y por consiguiente una pérdida de control del vehículo) debido a la incapacidad del neumático para evacuar el agua que se encuentra sobre el pavimento. La velocidad disminuye la huella de contacto y ayuda al Aquaplaning, pero la profundidad del dibujo de los neumáticos es el factor más importante. Cuanto más desgastado se encuentra un neumático, más fácil es sufrir Aquaplaning, hasta el punto de que un neumático con la profundidad del dibujo mínimo permitido, a 55 millas/h (90 km/h), pierde casi por completo el contacto con el pavimento.
En el caso de una frenada de emergencia sobre pavimento mojado a 50 millas/h (80 km/h) de velocidad con unos neumáticos cuyo dibujo tiene una profundidad de tres milímetros, el vehículo tarda 9,5 metros más (la longitud equivalente al tamaño de dos automóviles) en detenerse por completo que con neumáticos nuevos. Además, al pasar por el punto donde se habría detenido en caso de tener neumáticos nuevos el coche todavía se desplaza a una velocidad de 21 millas/h (34 km/h).
Es esta misma situación el mismo vehículo equipado con unos neumáticos con el mínimo de dibujo permitido (1,6 mm) necesitaría 18,6 metros más para detenerse y tendría una velocidad residual de 28 millas/h (44 km/h).
En conclusión, usted no debe hacer economías «tontas» usando neumáticos desgastados. Reemplazarlos a tiempo le ayudara a evitar una tragedia.
Pérdida de Control de los Vehículos que nos rodean.
Cuando estamos conduciendo con lluvia, la situación sobre la que tenemos menos posibilidades de evitar accidentes, es la de la pérdida de control por parte de los choferes de los otros automóviles.
Nuestra recomendación es la de evitar conducir cerca de los otros vehículos, y hacerlo a una velocidad que nos permita esquivar, con maniobras o frenadas seguras, cualquier impacto con terceros.
Por último, cuando tenga que estar conduciendo con lluvia, le recomendamos conducir con las luces encendidas para hacerse «más visibles» a los otros conductores. En muchos países, esta es una reglamentación de carácter obligatorio.
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